Los consejos para estudiar son muy relevantes a la hora de encarar una preparación que te permita obtener los resultados deseados. A continuación, te contamos las claves para que organices tus sesiones de aprendizaje de la manera más práctica.
Consejos para aprovechar mejor el tiempo de estudio
El tiempo del que dispone un estudiante para asimilar los temarios que debe controlar es, por definición, finito. Por consiguiente, es preciso que lleve a cabo una planificación que le permita aprovecharlo al máximo. Por eso, te vamos a dar una serie de recomendaciones que puedes poner en práctica para optimizar los minutos que dediques a estudiar. Presta atención.
1. Programa tu tiempo en función de tus necesidades
Recuerda la famosa regla de los tres ochos. Sí, la que suponía destinar ocho horas a trabajar, ocho al ocio y ocho a descansar. Un alumno lo tiene más sencillo si no ha de trabajar. Por otro lado, dispone de una mayor libertad para gestionar su tiempo. Si es joven, todavía no sufre excesivas ataduras. En todo caso, debe considerar cuándo le viene mejor ponerse con las materias. Esta decisión tendrá que ver con sus biorritmos. Y es que una mayoría suele estudiar mejor de día, pero también los hay que prefieren hacerlo de noche.
2. No te pierdas las clases
Salvo causa de fuerza mayor, acudir a las clases presenciales debe ser una prioridad para ti. No solo te permitirá contar con información de primera mano, sino que también dará buena impresión a tus profesores. Por lo tanto, se trata de un tiempo invertido que se va a rentabilizar. Y, si no puedes asistir a la uni, intenta hacer algún tipo de seguimiento con clases de repaso o refuerzo.
3. Objetivos realizables a la hora de estudiar una carrera
Antes de ponerte a estudiar una carrera, te conviene fijarte metas que puedas lograr. De lo contrario, puedes caer en la frustración. Se trata de que, sin pecar de falta de ambición, no abarques más de lo que puedes dominar. Ser responsable también implica, por ejemplo, no matricularte en más asignaturas que las que vas a poder aprobar. Aparte de evitar derroches innecesarios, tu gestión del tiempo de estudio va a resultar más provechosa.
4. Una regularidad para ir adquiriendo tu formación universitaria
No puedes improvisar a la hora de afrontar la consecución progresiva de tu formación universitaria. En este sentido, es importante que, como sucede con las normas del Derecho, tus horarios de preparación sean precisos y previsibles. Si siempre te pones con las asignaturas a las mismas horas, tu cuerpo y tu mente se acostumbrarán a funcionar mejor. En resumidas cuentas, la regularidad incrementa tu rendimiento.
5. La relevancia de contar con un sitio apto
Aunque nos estamos centrando en el factor tiempo, el espacio es la otra coordenada que debes valorar. En este aspecto, resulta determinante que habilites un lugar de estudio en condiciones. Nos referimos a una habitación en la que estés libre de molestias y cuentes con todas las comodidades para estudiar. Tendrás todo a mano (sobre todo, tu ordenador), una buena ventilación e iluminación suficiente. Se tratará de un espacio en el que nada te deberá despistar. Ni siquiera tu teléfono móvil.
6. Aplica tus métodos predilectos
Una vez tienes claras las bases que marcarán tu estudio a medio plazo, es hora de comentar la del corto plazo. Tienes que poner en valor las metodologías que consideres que te ayudan a comprender mejor los temarios. Pueden ser técnicas como el método Pomodoro, de aprovechamiento de intervalos de estudio. Pero también destacamos el aprendizaje visual, mediante el subrayado; o por repetición, cuando recitas la lección.
7. Evita el peligro de bloquearte
Dedicar demasiado tiempo a cuestiones que te está costando comprender es una mala elección. Cuando esto te ocurra, vale la pena que aparques esta dificultad y sigas avanzando con cosas que te resulten más sencillas. Tu prioridad ha de ser no desperdiciar el tiempo de estudio. En consecuencia, apunta la duda que has tenido para que te la puedan resolver en el momento oportuno.
8. Valora ayudas externas
El estudio en grupo u otros lugares solo tienes que considerarlo cuando, verdaderamente, te aporte un plus. También pueden venirte bien, para entender las materias complejas o reforzar tu trabajo, las clases de apoyo. Actualmente, cuentas con una serie de canales mediante los que te puedes poner en contacto con otros alumnos que tienen inquietudes similares a las tuyas. Si los empleas oportunamente, te pueden resultar muy prácticos.
En definitiva, toma nota de estos consejos para estudiar, pero, sobre todo, aplícalos en tu día a día. Dispones de un tiempo limitado para lograr tus propósitos académicos, por lo que su gestión se convierte en capital. Actúa con la responsabilidad pertinente respecto a este recurso tan valioso. Y, si tienes dudas, ¡consúltanos!