Elegir una carrera universitaria es una de las decisiones más importantes que vas a adoptar en tu vida, por lo que te aconsejamos que te la tomes en serio. A continuación, te vamos a dar algunas recomendaciones para que no falles en este trance.
7 consejos para escoger la carrera idónea
Una vez hemos resaltado la relevancia de tu elección, es el momento de aliviar un poco la presión. Y la mejor manera de no estresarte con esta decisión pasa por recopilar información de calidad. El final de la adolescencia supone una etapa compleja para elegir tu itinerario académico. Por eso, te ayudamos con unas orientaciones que te pueden venir bien para encarrilarlo. Toma nota.
1. Encontrar tu vocación es clave
En primer lugar, te conviene apostar por una carrera que tenga que ver con tus inquietudes. Difícilmente vas a ser feliz y un buen profesional estudiando unas materias que no te agradan. La motivación es fundamental para un estudiante y solo la vas a conseguir en titulaciones que sean de tu interés. Estás en un periodo perfecto para encontrar tu vocación. Piensa, por tanto, en qué asignaturas te entretienen o se te dan mejor. De este modo, ya tienes una pista acerca de tu futuro académico y, quizá, también del laboral.
2. Descarta en función de tus puntos débiles
Se trata de lo opuesto al anterior apartado. Si, a estas alturas de tu formación, hay asignaturas que se te resisten o te desagradan, es posible que ya no te vayan a fascinar. Por consiguiente, sería altamente improductivo que invirtieras tus esfuerzos en unos estudios que no son los que mejor se te dan. No nos referimos a que te resignes, pero sí a que seas realista respecto a tus posibilidades. Sería erróneo, por ejemplo, que intentaras dedicarte a la econometría, si no eres capaz de aprobar matemáticas. Ponte objetivos realizables.
3. No te dejes llevar por las salidas
Siempre ha habido carreras que se han relacionado con una mayor facilidad de inserción laboral. No obstante, este contexto es cambiante, especialmente en la actual sociedad, donde los nuevos medios digitales han abierto más el mercado de trabajo. Por tanto, es un error que enfoques tu carrera universitaria desde el punto de vista de las salidas laborales. Optar por esta vía podría hacerte fracasar en unos estudios que, en realidad, te disgustan. Por el contrario, escoger tu itinerario académico favorito puede implicar una exitosa personalización del talento.
4. Tu formación es un aval
Por otro lado, es una demostración de madurez que empieces a organizar tu formación en función de tu futuro. En el instituto ya puedes determinar, a grandes rasgos, hacia dónde vas a orientarla. Pero cuentas con más herramientas para encaminarte hacia las enseñanzas que más te gusten. Sé curioso y rastrea conocimientos y cursos por internet. Además, puedes aprovechar el tiempo destinado a las actividades extraescolares para formarte en idiomas, informática, etc.
5. Déjate asesorar
Son distintas las puertas a las que puedes tocar para que te ayuden a decidirte. La última palabra va a ser siempre tuya, pero no pierdes nada -al contrario- por buscar asesoramiento. Una primera opción es dirigirte a los departamentos de orientación de los que disponen los institutos y las universidades. Asimismo, puedes contactar con personas que hayan cursado determinadas carreras. Los primeros te van a aportar claves profesionales, mientras que las segundas van a contribuir mediante sus experiencias.
6. No te cierres puertas
Investiga qué programas de estudios se adaptan mejor a tus intereses. Es posible que lo que te apetece estudiar no cuente con oferta en tu ciudad. En este sentido, no debes frustrarte eligiendo una alternativa que no te llene tanto. Puedes aprovechar para animarte a hacer esa titulación desde otra ciudad. Además, hoy en día existen numerosas herramientas digitales que te permiten seguir parte del temario a distancia.
7. Haz números
Es evidente que, ante un proyecto de esta envergadura, debes sacar cuentas. Se trata de una inversión que tendrá un importante retorno, pero es necesario cuantificar algunos aspectos básicos. Por ejemplo, si te vas a tener que desplazar para llevar a cabo la carrera. En todo caso, vale la pena que te informes acerca de cómo abaratar tus estudios. Actualmente, existen becas, bonificaciones, premios y otras ayudas a los que puedes acceder. El objetivo no es otro que lograr que tu titulación te salga lo más rentable posible.
En definitiva, elegir una carrera universitaria es una decisión que debes tomar desde la racionalidad. Eso sí, ten siempre en cuenta qué clase de estudios te apasiona. Baraja las distintas variables de precios, localización o temarios que van a influir en la determinación que adoptes. Pero no olvides que, en este proceso, debes compatibilizar la seriedad con la motivación. Si necesitas más información sobre cursos y titulaciones que te puedan convenir, ¡contacta con nosotros!