¿Qué es el método contable? ¿En qué consiste y de qué depende su implementación en una organización? Cada empresa gestiona su contabilidad en función de la normativa general, pero también existe un cierto margen de libertad en el que puede moverse. Este término adquiere, por ello, una importancia evidente que te interesa conocer.
¿Qué es el método contable?
Este concepto es uno de los elementos incluidos en los cursos habituales de contabilidad de costes y en la formación financiera y de sociedades. Se refiere a las reglas que cada empresa aplica al informar sobre sus ingresos y gastos.
Dentro del margen de maniobra existente en la aplicación legal, las empresas pueden establecer sus propios criterios. Eso sí, han de mantenerlos de forma continuada y homogénea, porque influyen significativamente en sus quehaceres y representaciones contables.
Podemos definir la metodología contable, por lo tanto, en función de estos conceptos:
- Es un sistema de seguimiento de la contabilidad aplicada.
- Sirve para concretar y establecer su funcionamiento.
- Permite reflejar una imagen fiel de la propia realidad económica.
Este método es independiente de la información económico-financiera generada. No está supeditado a las circunstancias, sino que responde a un criterio general definido y aceptado en su momento. Ha de ser, por tanto, coherente, independiente y continuado.
¿Qué objetivos debe cumplir?
Sea cual sea el método establecido para llevar la contabilidad de la empresa, estos requisitos son innegociables:
- Es un modelo válido para registrar contablemente los hechos económicos.
- Se ha adecuado a legislación del territorio específico donde se aplica.
- Permite generar datos e informaciones sobre la situación contable, tanto interna como externamente.
- Se ajusta a un ejercicio contable, normalmente el año natural.
¿Qué aspectos pueden variar?
Durante tu formación universitaria en materia económica profundizarás mucho más en este apartado. Sin embargo, es interesante que empieces a vislumbrar cuál es el marco de maniobra en el que se mueven las empresas al definir estos métodos.
Cada entidad, por ejemplo, puede llevar sus cuentas mediante un sistema digital o manual; el modo en que se cumplimentan, gestionan y almacenan es discrecional. Aunque la digitalización crece en todos los ámbitos —también en el contable— todavía hay organizaciones que se mantienen fieles al pasado. Y, entre uno y otro extremo existen sistemas mixtos más o menos desarrollados.
Por otra parte, también cabe la opción de escoger entre:
- Sistema de partida doble. Cada operación contable se registra por duplicado: una vez en el haber y otra en el debe. De este modo, se muestran las relaciones entre las masas patrimoniales.
- Sistema de partida simple. Conocido también como libro de caja, consiste en anotar solo una vez las entradas y salidas monetarias. En la actualidad, prácticamente nadie lo utiliza.
Tipos de métodos contables
En la actualidad existen dos metodologías contables principales, por las que se decantan mayoritariamente unas y otras entidades. Ambas incluyen algunos criterios específicos que asimismo pueden variar. Pero si conoces estos dos métodos y ves claros sus fundamentos, tienes mucho avanzado.
Contabilidad de caja
Es un método más sencillo y evidente. La información de los ingresos y gastos se concreta de manera continua y temporal. Es decir, se anotan cuando se pagan las salidas de efectivo o se reciben sus entradas. Por lo tanto, hasta que no se producen los intercambios de efectivo no queda constancia algunas de esas transacciones.
Piensa en este ejemplo. Acabas de firmar un contrato para llevar a cabo un proyecto importante. Como consecuencia de ello, tienes que comprar materiales o contratar servicios externos. Según este método, hasta que no cobres físicamente el pedido ni pagues esas adquisiciones, nada constará en la contabilidad sobre esa contratación. Podría suceder, incluso, que terminara el año y cobrarás al siguiente, por lo que no figuraría en tu balance actual ese contrato.
Es un sistema habitual en las pymes, los autónomos y los particulares. ¿Te das cuenta de que permite aplazar pagos o cobros, y agilizar ingresos o abonos, para maquillar la imagen contable de ciertos periodos?
Contabilidad de devengo
Es la otra alternativa habitual. En esta ocasión, el criterio para informar de los gastos y los ingresos nos son las entradas y las salidas de efectivo. Se utilizan las cuentas a cobrar y a pagar conforme se devengan y se incurre en ellas.
Dicho de modo sencillo: se consignan los hechos contables cuando se producen, no cuando se pagan. En el ejemplo anterior, el contrato conseguido quedaría consignado como un derecho de cobro. Y los gastos adeudados como pagos pendientes.
Así, dado que los ingresos y los gastos procedentes de un mismo hecho se contabilizan a la vez, la imagen proyectada es más precisa. Por ello, las grandes organizaciones suelen utilizar este método contable. Es más fiel, ciertamente, a la realidad de la contabilidad nacional.
En definitiva, ese pequeño margen de maniobra que ofrece la gestión de la contabilidad de la empresa puede resultar determinante. Elegir el método contable nunca resulta baladí. ¡Infórmate sobre nuestros cursos universitarios y prepárate para alcanzar tus metas!